sábado, 13 de diciembre de 2008

CURIOSIDADES - LA PUNTILLA

La puntilla, llamada también cachete, cuyo uso y utilidad todos conocemos, era usada desde épocas tan antiguas como podéis comprobar a continuación:
El filosofo Platón, quien por cierto era un gran comedor de higos, en su obra “El Kritías”, nos describe la forma que tenían los reyes de la Atlántida para abatir al toro, cuando lo inmolaban a Poseidón: “...cuando debían tratar de cuestiones jurídicas se daban pruebas de fidelidad en la siguiente forma: Soltaban los toros en el recinto consagrado a Poseidón (el Heraklion)... después de suplicar al dios que les permitiese capturar la victima que le pareciera más grata, sin armas de hierro, le daban caza con garrotes y lazos. Arrimaban a la columna el toro apresado y lo ejecutaban en su cima como estaba prescrito... Después de terminar el sacrificio y consagrar todas las partes del toro, llenaban de sangre una crátera y se rociaban uno a uno con unas gotas de ella... A continuación, sacando alguna sangre de la crátera con copas de oro... bebían la sangre y depositaban la copa como exvoto en el santuario del dios...”
Otra referencia de apuntillar los toros, la encontramos en el “Poema de Gilgämesh” (hacia 2.600 a.C.),, considerado el primer poema épico de la humanidad, se describe la escena en que el héroe y su amigo Enkidu luchan contra el toro que les envió la diosa Isthar, para vengarse de Gilgämesh, por haberla desairado y no acceder a sus requiebros amorosos: “...¡Amigo mío, he visto el medio de abatir al toro, y nuestras fuerzas serán suficientes para vencerlo!, ¡Quiero arrancarle su corazón para ofrecérselo a Shamash!.Yo le voy a perseguir, lo cogeré por lo grueso de su cola y le retendré fuertemente sus dos pezuñas, tu, por delante él, tú lo agarrarás y entre la cerviz, las astas y el crucero con tu puñal lo herirás de muerte”. (Columna IV, Tablilla VI del Texto Asirio) (foto 1)
El poema sigue describiendo la lucha, muerte y descuartizamiento del toro. Enkidu tomó las partes del animal y las arrojó con burla a la cara de la diosa. Como es natural, semejante agravio no podía quedar sin castigo, y la diosa le envía una enfermedad muy dolorosa, de la que fallece a los trece días.
Ya en épocas más cercanas, sabemos que la práctica de apuntillar los toros era una habilidad de aquellos diestros del s. XVIII que practicaban la suerte de montar los toros, como podemos ver en la tauromaquia de Goya practicada por Cevallos, o la ejecutada Ramón de Rozas “El Indio”, natural de Veracruz, del reino de Nueva España, el día de su presentación en Madrid el 27 de septiembre de 1.784 en que “...montó al noveno toro, quebró rejones desde el mismo toro al siguiente; y matando luego con un puñal aquel en que iba montado...”. Cuentan las crónicas que el éxito fue tal que se recaudaron 20.000 reales más que la mayor recaudación alcanzada en las once corridas precedentes. (foto 2)
La habilidad del puntillero debe ser de una certeza máxima, en evitación de los males que ya conocemos, como marrar y levantar al toro, ¡Dios le valga! Con el consiguiente enfado de públicos y toreros. (foto 3)
A mediados del s.XIX, los había tan prácticos y atinados que, desde larga distancia, tiraban la puntilla y acertaban a descabellar al toro. ¿Sería cierto? Qui lo sá! Entre los más diestros que citan los revisteros de la época, figuraban José Díaz “el Mosca”, que perteneció a la cuadrilla de José Redondo “el Chiclanero”, o Manuel Bustamante “el Pulga” y Joaquín del Río “Alones”, entre otros.
Que algunos tomen nota para mejor lucimiento. Y así sea. ¡Amén!
Plácido González Hermoso

1 comentario:

  1. Comandante, mis saludos cordiales desde Patagonia Argentina. Sin duda, su blog es impresionante por la información taurina que recopila y bien que merece reconocimiento. Obviamente, como americano del sur, me opongo a toda utilización del toro como elemento para divertir multitudes que acarreen humillación y muerte del animal. Obviamente se me podrá refutar que el toreo es arte, lo cuál para el taurino, es válido y para mi no. Al margen de esta salvedad, la información que proporciona es excelente. Ahora, si me permite, al leer su CV he notado que estuvo destinado en África. Esto es por demás interesante. Desde hace tiempo busco información sobre la domesticación temprana del camello, animal por usted conocido de sobra sin dudas. En concreto, el camello, dicen algunos, ha sido domesticado recientemente, pero pictogramas encontrado sobre todo en Sinaí parece indicar lo contrario. Tal parece que el camello ya era la nave del desierto unos 1500 años a C. Si usted dispone de información, le agradecería muchísimo el aporte. Saludos cordiales desde el sur de Argentina, muchas gracias por leer, tenga usted feliz fiesta de fin de año, bendiciones a su familia y mucho bienestar para todos en la madre patria.

    Atte

    Marc Pesaresi

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